Y aplausos

Los premios son un reconocimiento, un refuerzo, una certeza de que en la soledad del camino y a pesar de las desviaciones, hemos dejado atrás el punto de partida. Los premios son un estímulo en positivo en una sociedad permanentemente insatisfecha y malhumorada que deforma el significado de las palabras confundiendo “debate” con “divagación”, “opinión” con “sentencia” y “crítica” con “demolición”.

Desde esta perspectiva, los premios son un paréntesis, un espacio para la comunicación social que, en ocasiones, legitiman más a quién otorga que a quien recibe (quien vería a gobernantes, artistas y demás, en la solemnidad del acto de imposición de la insignia de barro del club de amigos de la rana parda, por decir algo).

Protagonismo y titulares a parte, quiero dejar constancia de mi doble enhorabuena a premiantes y premiados en dos casos que recientemente me han tocado cerca: la quinta edición de los premios Eganet (Empresas Galegas Adicadas a Internet e as Novas Tecnoloxías) y la segunda del premio liderezgo empresarial de laCEC (Confederación de Empresarios de Coruña).

Los parabienes a los organizadores son, sobre todo, por el esfuerzo organizativo y su contribución a la difícil conciencia asociativa de la que tanto adolecemos. Respecto a l@s premiad@s, porque el premio “aplicación on-line” de Eganet se lo ha llevado una iniciativa que conozco y con la que comparto algunos esfuerzos,NETEX KNOWLEDGE FACTORY, por la aplicación Kubbe.

En el caso del premio de la CEC, porque esta vez el premio al liderazgo empresarial se lo ha llevado una mujer que, sin haber elegido su estatus de empresaria, y con la humildad nada usual en quien ostenta el título de Condesa de FENOSA y ha presidido durante tantos años al Banco Pastor, se ha ganado por derecho propio, no solo el reconocimiento institucional, sino el respeto cariñoso de muchas personas de a pie.

Y es que sin los “figurantes”, sin la ceremonia, sin la repercusión pública, ningún premio tendría mucho sentido. Por eso su importancia radica en la cercanía, en el conocimiento compartido, en las relaciones personales. Yo estos, los he sentido un poco míos, por eso me apetecía dejar constancia de mi agrado.

Publicación original: enPalabras

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