Bienestar social, progreso económico y Felicidad

Es el tema del último informe mensual de Estudios y análisis económicos de La Caixa: El dinero no da la Felicidad… ¿O sí?

La subjetividad no es, por definición, fácil de medir, pero lo intentamos. En el caso de la felicidad, el debate incluye siente grandes referentes: relaciones familiares, trabajo estable y gratificante, comunidad y amigos, salud, libertad individual, valores personales y, como no, la situación financiera.

Pero como resulta que la mente humana carece de métrica interna, necesitamos comparar, y donde lo hacemos más fácilmente es en el apartado de los ingresos: más que ayer pero menos que mañana y más que los allegados (si no están en nuestro círculo conocido duele menos). Y parece que la felicidad financiera es también de suma cero, porque si ganamos más que el país vecino la satisfacción crece.

Sin embargo esta «felicidad aparente» tiene menos peso de lo que queremos creer. Según los baremos del sondeo, que se establecen puntuando en escala de 10 a 100, una separación matrimonial disminuye nuestro bienestar en 8 puntos y quedarnos sin trabajo o el deterioro físico lo reducen en 6, mientras que la pérdida de una tercera parte de los ingresos familiares sólo resta 2 puntos.

Me considero una incapaz absoluta para cubrir este tipo de encuestas, aunque tal vez sea por mi origen gallego que me impone nuestro famoso «depende». Pongamos, por ejemplo, el caso de una separación matrimonial, puede que por un lado el bienestar aumente 20 puntos pero el recorte de ingresos se cuantifique en una disminución de 28, lo cual nos lleva a ese resultante de los 8 puntos a la baja que nos cuenta el informe. Pero, ¿y lo que aumentan las expectativas de libertad personal? ¿Y la recuperación de los propios valores? Pues eso, que depende.

Y, como siempre, más dudas con los conceptos porque aunque el informe, y la RAE, identifica el estar contento con la satisfacción y la felicidad, yo creo que no es lo mismo. Yo a veces estoy 3x satisfecha del trabajo realizado pero con menos 4y de libertad individual, con lo que el resultado final de mi grado de felicidad no es muy positivo. Bueno, yo me entiendo.

La cosa es complicada, porque las propias teorías propuestas se refutan a sí mismas, aunque nadie niega que, a mayor riqueza, mayores y mejores oportunidades. Es decir, las dos citas de Woody Allen que el propio informe destaca:

El dinero no da la felicidad, pero produce una sensación tan parecida que sólo un auténtico especialista podría verificar la diferencia

El dinero no puede comprar la felicidad, pero sí un mejor tipo de miseria

De todas formas, supongo que es bueno intentarlo. Seguiremos divagando sobre las causas pero podemos ver datos: comparativas por países, alternativas de inversiones socialmente responsables… Y preguntarnos si sirve el PIB para medir la felicidad. Si algo queda claro, es que «si la economía no sonríe, es difícil sonreír», algo que deja muy claro la visualización de los gráficos relativos a España. Claro que el informe no sabía que íbamos a… Ganar la copa del mundo!!!

PaisesFeliciesDe todas formas, si hacemos una mirada global, no sobran las sonrisas.

Se puede buscar por países para hacer una comparativa en el tiempo. Yo no lo he hecho. Prefiero concentrarme en la felicidad actual y en la futura.

 

Publicación original: enPalabras

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