¿Una lección de la historia de España a través de las mujeres?

Dice el artículo que se trata de «un homenaje de cine a la mujer. Y es que estamos en época de agudizar el ingenio para vender, lo explicaba bien Goio Borge en ¡el fútbol es así!:

… con los años, el cine de Hollywood se ha ido especializando en su mercado, produce ya sin rubor películas que buscan específicamente público infantil, juvenil, adulto, masculino o femenino, y la especialización se desplaza a toda la cadena de producción, distribución y exhibición. Puede que el cine europeo no piense tan descaradamente en estos nichos de mercado, pero a su manera los acaba aplicando.

Siguiendo un impecable e interesante razonamiento, Goio pone en perspectiva aquel verano de 2010, que tan campeones nos sentimos, en el que para contrarrestar la previsible invasión mediática del fútbol los distribuidores y exhibidores innovaron una respuesta:

 llenar el verano de 2010 de películas orientadas, como producto, a las mujeres. No les parezca a ustedes esto una simplificación, porque el listado fue impresionante.

Pues como esto del cine en sala sigue flojo, sigamos con la oportunista nostalgia de los tópicos y el maniqueísmo. El documental que Diego Galán estrena en Cannes Classics se titula «Con la pata quebrada en casa». Y va de esto:

… narrado de manera cronológica, es toda una lección de la historia de España a través de las mujeres. De la mujer libre y suelta de los años de la República se pasa en muy pocos años a la ejemplaridad del ama de casa dedicada al marido y sus hijos, tras rescatarla del trabajo para devolverla al hogar, de los primeros años de la dictadura franquista. Llega más tarde la época de los desnudos, la supuesta liberación sexual, la utilización de la mujer como objeto sexual para adentrarse, ya en los años sesenta, en la novela rosa y el placer de los trajes blancos de novia, y finalizar con los primeros años de la democracia en los problemas ante el aborto o los malos tratos y el descaro absoluto ante la vida. Todo un recorrido aleccionador y, a veces, terrible en torno a las mujeres.

¿Cómo era aquello de la diversidad, el espacio público y las comunidades reales? ¡Qué terrible este empeño de dotar de estructura a la impotencia!

 Publicación original: enIgualdade

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