¡Uf, dieciocho minutos!

Escuha-conversaDedicamos mucho tiempo a vídeos de insultantes discursos políticos o a tragarnos la imparable logorrea de todólogos que nos acosan. Sin embargo hablamos de aprendizaje, de la necesidad de nuevos modelos de educación, de cambiar el sistema…

Ya que nos gusta hablar de que hay que poner a las personas en el centro, de la empatía, de la felicidad… entonces seamos coherentes: para entender hay que escuchar y sembrar las calles de conversaciones. Y no perder en lo difuso, sino ir centrándonos en informar y reivindicar sobre problemas concretos bien identificados:

llegué a la conclusión de que para que estas iniciativas ciudadanas prosperen y tengan un impacto visible, deben centrarse en reivindicaciones concretas. (…) Identifican un fallo del sistema que es suficientemente importante, y se centran en él hasta conseguir resultados. No se dispersan en reclamos sistémicos y difusos que son más difíciles de tangibilizar o de sumar consensos mínimos.
Excelente sugerencia de Javier Tamarit, los cinco minutos finales son una deliciosa lección de ciudadanía.

Publicación original: Proyecto Máscaras

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