Los ingredientes y sus tiempos

Indicadores de tiempo_400La importancia de los indicadores en los proyectos de innovación es indiscutible, pero pretender su total aislamiento del funcionamiento global puede resultar tan peligroso como la falta de definición de objetivos.

Pyme del sector de mobiliario de baño, con alto componente de diseño en fabricación y claro enfoque al mercado. La empresa tiene una plantilla estable en torno a las cincuenta personas, con escaso grado de rotación, muy profesionalizada y acostumbrada a las exigencias de la moda, que impone la necesidad de constante innovación en los segmentos medio-alto y alto. Algo por otra parte de locos, sólo falta que se impongan los lavabos de lunares, pero ese no es el tema.

Ante lo que empezaba a mostrarse como cierta tendencia de recuperación, hace unos meses decidieron retomar un proyecto aparcado por los efectos de la crisis y, superada la primera fase de falta de confianza, los primeros prototipos pronto estuvieron listos. Marketing se puso manos a la obra, pero…

Al reactivar el proyecto revisaron la planificación hecha en su día, pero no se contextualizó en la nueva realidad de la empresa, cuyo patrón de ventas había cambiado hacia el mercado de accesorios y reformas en segmentos de gama alta. Es decir, por una parte se había perdido la fluidez de comunicación con los distribuidores habituales y, por otro, nadie “se paró” a considerar la nueva situación a nivel administrativo y en el proceso de facturación.

Los cambios del día a día son poco visibles hasta que la disrupción entra en escena. La empresa pudo sobrevivir gracias a su conocimiento y capacidad de intermediación en el segmento de accesorios, pero no fue consciente de la pérdida de peso de los procesos de diseño y fabricación en favor de las tareas administrativas y la logística de envíos.

El nuevo producto implica no sólo beneficios por ventas sino anticiparse a la competencia en la recuperación de cuota de mercado. Pero si se desatiende el mercado actual no hay futuro al que llegar. Al orgullo del equipo de innovación, incluso al de comercial, le costó un poco asumir que el cuello de botella, y por tanto la necesidad de atención, estaba en la parte más invisible de la empresa.

Tras unas cuantas reuniones subidas de tono, todo el mundo aparcó «su prioridad» y se pasó de los óptimos locales al eslabón en el que eran necesarias las mejoras. Y descubrieron que ocurría lo mismo que en sus innovadores proyectos, que la multitarea dispersa y alarga los plazos de entrega, y ya se sabe a dónde nos lleva: reclamaciones, descuentos, anulación de pedidos, envíos urgentes…

Cuando se trata de temas internos la palabra “proyecto” tiende a ser sustituida por “tareas”, es decir: «acaba pronto que esto no es importante». Hasta que un día los eslabones se rompen. En la última reunión empezaron a aislar el proceso de administración considerándose al mismo nivel, a efectos de comprensión, a clientes, proveedores y al resto de los departamentos. Y ya tienen claro que prestar atención a este «proyecto» interno repercute en mejoras globales.

TareasMultiples

El esquema representa tiempos de respuesta/espera y se ha simplificado en tres grupos para facilitar la visualización:

  • X = clientes
  • Y = proveedores
  • Z = otros departamentos de la empresa

El diseño necesitará considerar otros criterios y su repercusión financiera pero con la comprensión y colaboración de todos los departamentos ahora es un objetivo compartido.

Publicación original: enPalabras

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