Jugando con las herramientas

El Test de Bechdel nació en una tira cómica hace 30 años y desde entonces se ha convertido en una herramienta para medir el sesgo masculino en el cine, el teatro o los cómics.

Teniendo en cuenta la mayor repercusión del cine (el audiovisual en general), el sesgo de género que re-produce es más evidente, pero hizo falta esta «sencilla» herramienta para que se pudiera poner de manifiesto con criterios objetivos (no «sospechosos»):

  1. En la película salen al menos dos personajes femeninos.
  2. Dichos personajes deben hablarse la una a la otra en algún momento.
  3. Dicha conversación debe tratar sobre algo que no sea un hombre (no limitado a relaciones románticas, por ejemplo dos hermanas hablando de su padre no pasa el test).3 2

Parece que un efecto secundario de la herramienta es intentar aplicar criterios similares a las redes así que un grupo de investigadores (¿serían todos hombres?) se ha puesto manos a la obra para comprobar que tampoco Twitter pasa la prueba.

Sesgo-en-TwitterNo es de extrañar, la información que se consume alimenta las conversaciones y el comportamiento. En el fondo no deja se ser aquello de que «lo que se come se cría».

En la noticia adjuntan esta imagen y la explicación: La topografía de la red de conexiones entre una muestra de usuarios revela el sesgo en favor de los hombres (puntos rojos) y los diálogos con referencias masculinas (cuadrados rojos).

Publicación original: enIgualdade

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