aprender a aprender y aprender a vivir

Marea

Decía Antoni Gutiérrez-Rubí refiriéndose a las alcaldías de Madrid y Barcelona que «los buenos resultados de las dos alcaldables no se pueden explicar sin una reflexión sobre su manera de entender la comunicación».

Nada que objetar… siempre y cuando no olvidemos que el cómo sin el qué no sirve para nada.

No es una cuestión de estilo, que también, sino una forma diferente de ver y entender la vida que raramente traspasa los pasillos y las escaleras del poder. Tal vez una de las (pocas) cosas que hay que agradecer al grado de descomposición del sistema es la cantidad de rendijas y brechas que se han abierto en el bunker.

Se diría que la política va dejando de ser inmune a las tendencias y empieza a quedar obsoleto aquello del «más vale malo conocido…» La cultura del prototipado es lo que tiene, hay que aprender haciendo y atreverse con el ensayo y error.

Hoy en mi ciudad el bastón de mando ha salido a la plaza pública, una imagen, cuando menos, inusual. Como tampoco es habitual que un discurso político termine con los versos de una mujer, en este caso la escritora, filóloga y violinista coruñesa Luisa Villanta

«Cidade tatuada na pétrea pel do mar/ se o Atlántico nos chama, nós imos navegar» (Ciudad tatuada en la pétrea piel del mar / si el Atlántico nos llama, iremos a navegar)

Tenía curiosidad por escuchar la primera intervención de la nueva alcaldesa de Madrid y, sin dejar de ser consciente de que lo importante es lo que empieza tras los discursos, cuando se explica en qué van a cambiar los métodos de trabajo hay cosas que no pueden dejarme indiferente. Me ha gustado escuchar:

  • Que las multas no son para castigar sino para modificar conductas
  • Que hay que poner nombre a los objetivos y marcarlos conjuntamente: de donde partimos, a dónde queremos llegar, plazos que nos ponemos, controles…
  • Que hay que trabajar con datos y cifras para poder analizar qué queremos hacer y cómo lo podemos hacer: “qué es lo que se ha hecho, que es lo que se está haciendo y qué es lo que queda por hacer”.
  • ¿Cómo lo vamos a hacer?: Desde luego con los funcionarios, que tienen un altísimo grado de formación, hay muchísimo talento del que hay que hacer que salga la iniciativa y la capacidad de innovar, se abre un período extraordinario para que puedan disfrutar trabajando
  • Que la educación en primera línea y que hay que «enseñar a aprender: «yo creo que uno de los logros más importantes por los que va la educación del futuro es aprender a aprender y aprender a vivir«
  • Que hay que poner en primera línea «la política de los cuidados, la cultura de las mujeres»: Ha llegado el momento de que las mujeres trabajemos con la cultura de las mujeres, que se centra en el valor social.

No tiene sentido que la política se gestione en un discurso último lleno de palabras transversales… que no acaba… que no se produce lo que se tiene que producir

Publicación original: enPalabras

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