Podría parecer que con el término «micromachismos» nos situamos en el perfeccionismo de salón. Es decir, asuntos «no tan graves» que ya iremos resolviendo por el camino. Vaya, que no nos pongamos «puntillosas» porque en «lo importante» ya nos han dado tenemos los mismos derechos.

Algo así le decían a Olympe de Gouges cuando comprendió que lo de la igualdad, que se decía en la Revolución Francesa, no iba a llegar nunca y al reclamar los derechos de la ciudadana terminó guillotinada por los mismos «compañeros» con los que había luchado en primera línea para eliminar a la aristocracia y sus jerarquías.

Pero volviendo al presente, resulta que lo de los micromachismos no son pequeñas cosas que «se irán solucionando» sino indicadores del iceberg que impide que nada cambie. Hoy señalan en eldiario.es una muestra muy interesante

“Ama de casa”, una ocupación solo de mujeres para el Ministerio de Educación

Por supuesto desde el Ministerio ya han argumentado la torpe disculpa de turno, pero presiento que lo interesante del debate quedará, una vez más bajo, la alfombra.

En primer lugar, vuelve a quedar claro que lo de trabajo-ocupación-profesión-empleo son cosas muy diferentes, como bien pudo comprobar el señor Rajoy cuando decidió que contratar a quien «atendiera y cuidara» de su padre salía muy caro a la “economía familiar”. Es decir, no es una ocupación sino «un trabajo» que realizan miles (millones) de mujeres y por el que no perciben ningún salario.

En segundo lugar, me pregunto como solucionar este asunto de la «denominación ocupacional». Porque buscar un genérico no resulta apropiado, no veo yo a la población masculina reivindicando el asunto.

Pero como «la ocupación existe» (y seguirá existiendo) igual podemos empezar por indagar en el significado de la(s) palabra(s): «ama» vs. «amo». Y no deja de ser curioso comprobar que la des-igualdad ya viene de serie desde nuestra intocable RAE. La comparación se simplifica con una simple tabla.

 

AMA-VS-AMO

Dueña de un burdel Vs. Capataz

Lo de capataz no parece equiparable a lo ser criada o a lo de criar a sus pechos a alguna criatura ajera. Casi parece un mal menor lo de ser dueña de un burdel, al menos hay una tarifa y se cobra por tiempo y tipo de servicio.

Curioso también que lo de ayo aparezca sin la palabra «maestro» en la columna del masculino porque al ir a su definición parece referirse a una de esas ocupaciones incluidas en lo de «ama de casa»:

  1. m. y f. Persona encargada en las casas principales de custodiar niños o jóvenes y de cuidar de su crianza y educación.

Publicación original: enIgualdade

Compartir

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *