Lo que me llama la atención es este amor a las jerarquías y rituales en el que muchos hombres parecen sentirse tan cómodos y protegidos
“Discreta que no secreta”, según lo expresan sus integrantes, la curiosidad por la masonería está en pleno auge y aunque muchos enemos amigos masones con los que compartimos espacios y conversaciones, sorprende recibir una suntuosa invitación para asistir a un acto académico.
Mi lado izquierdo del cerebro desplegaba intachables argumentos contra las manifestaciones de “libertad, igualdad, fraternidad”, que durante siglos han ignorado, y prefieren seguir olvidando, a la mitad de la humanidad. Tres palabras con un engañoso artículo de valores en femenino para un universo masculino. Por otra parte se revelaba la intendencia familiar, reclamando los tiernos beneficios de una noche de sábado en familia contra la inclemencia de los tacones y la sonrisa perfecta.