Debo aprender
Algunas personas han sido lo bastante hábiles para que nadie espere nunca nada de ellas. Otras, parece que somos lo suficientemente estúpidas para que l@s demás se crean con derecho a utilizar, en su beneficio, el nivel de autoexigencia que nos permite ir transformando los sueños de futuro.
Debo aprender a no cabrearme porque la palabra libertad sea más fácilmente comprendida como justificación de la indolencia que como la esencia de las personas.
Debo asumir que sigue siendo más «aceptable» utilizar esa libertad para dormir horas extra que para decidir las causas en las que alguien se compromete o la forma en que decide vaciar su mente para poder seguir avanzando.
Debo entender que muchas personas se crean con derecho a la exigencia constante sobre l@s demás en proporción directa a la permisividad que muestran consigo mismas.
Debo saber todo esto… y mucho más.
Debo entenderlo para decidir que no me interesan estas personas y sus argumentos y archivarlos en el apartado de «es lo que hay». Para no molestarme, y respetar sus derechos. Para ser capaz de elegir mi camino de dificultades y autoexigencias sin necesitar que nadie lo entienda.
Creo que debo afirmar que... ¡Es mi derecho.!
Publicación original: enPalabras