Diana Krall ordenó revisar los móviles de los espectadores para borrar sus fotos

Desagradable broche para una de las grandes citas musicales que el Xacobeo está reuniendo en Santiago. Un concierto pagado con fondos públicos, celebrado en una carismática plaza pública y gestionado por una sociedad anónima también pública. La diva expresa un deseo, y la organización hace desfilar a decenas de asistentes para revisar sus móviles.

Malestar sí, pero obediencia generalizada, y asunto despachado con dos párrafos en la prensa al día siguiente. No he estado pero todo parece indicar que, por el tipo de concierto, hablamos de un público adulto y musicalmente educado, incluso presumiblemente «culto». Desde luego con una media de edad cuando menos cercana a los cuarenta. Y… tan obedientes!

Al leer la noticia pensé que podría tratarse de uno de esos casos que no se prodigan en apariciones y marketing publicitario, así tras la consabida y simple búsqueda en google, todavía lo entiendo menos al ver las Imágenes (204.000 resultados en 0,24 segundos). Y de todos los tipos: sola, acompañada, con la familia. Unos posados sexi y espléndidos.

Polifacética la diva que además de tocar el piano y cantar, manda más que nadie.

Publicación original: enPalabras

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