Sin silencio, pero grabando
Allí estuvimos, aunque yo no, dejando constancia del Feroz final del Resurrection Fest con sus más de de doce horas de «música alternativa»… continuada!
«Rock duro, hardcore. Ambiente joven. Ritmo frenético: doce o más horas continuadas de conciertos. Otro mundo. El Resurrection Fest marcará una época, marcará a Viveiro, que ya es una referencia«.
Tres días de subidón que por quinto año transforman la belleza tranquila de Viveiro en un centro cultural cada vez más internacionalizado.
El festival, que se ha convertido en un acontecimiento que traspasa fronteras y mares, es de los más destacados a nivel nacional e internacional y se ha superado en su quinta edición, a pesar de la obligada austeridad del concello y de no formar parte de la festivalera ruta Xacobea.
Tanto, que el equipo gerente encontró colaboraciones inesperadas como la de Antonio Grandío que, junto con dos colaboradores, aportan una nueva dimensión al evento con la elaboración de un estudio de impacto económico en la zona donde se desarrolla toda la actividad, tanto musical como de turismo. De este modo, se logra tener la capacidad de determinar la cantidad de dinero que entra en Viveiro gracias a las 30.000 personas que vienen al festival. «Todos estos datos serán contrastados cuando publiquemos dicho estudio», explican.
Y todo, como siempre, por una idea loca, entre ensayos y sueños, de un grupo de jóvenes que, aunque ya no es, consiguió trascenderse a sí mismo para traer a los mejores. No sé cual sería la reacción de los vivarienses el primer año, pero seguro que en este maratón de crisis, esperaban el festival como agua de mayo, aunque fuera en agosto. Lo veré, pero reconozco que con el volumen muy, muy bajito.
Publicación original: enPalabras
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