Y luego tampoco mejora
No he profundizado en la información, casi nadie lo hará, pero la noticia, apesta. Cuando menos a ignorancia.
Tomando a la RAE como referencia, el titular podría hablar de programa en vez de campaña (que suena a pura propaganda), de recuperar (acepción 6) en vez de reinsertar, cuyo significado no da margen a la duda: Volver a integrar en la sociedad a alguien que estaba condenado penalmente o marginado.
También podría hablar de cierres o experiencias fallidas. Incluso decir fracaso, que se refiere a una experiencia concreta, parece más propio que sentenciar a alguien como fracasado, cuya definición, también según la RAE, tampoco da elección: Dicho de una persona: Desacreditada a causa de los fracasos padecidos en sus intentos o aspiraciones.
El resto de la noticia no mejora el titular, aunque lo que en realidad parece que cojea, es lo noticiable. Demasiada miopía en el asunto.
Lo comento pero quien compartió el enlace no parece darle mucha importancia
Pero, eso sí, la «campaña» tiene un vistoso nombre: Reinicia´t. Torna a empendre (Reiníciate, vuelve a emprender).
Lo cierto es que con tanto anuncio institucional, tenemos auténtica sordera de padres Pero lo que me da dolor de estómago es leer que: el objetivo principal es crear y aplicar la metodología y las herramientas de atención a las personas emprendedoras que hayan vivido una experiencia empresarial o profesional fallida, darles su apoyo y facilitarles los recursos necesarios para favorecer su reinserción en el mundo empresarial.
Con ello los organizadores de esta experiencia pretenden propiciar un cambio de mentalidad y fomentar una sociedad que sea más tolerante ante los fracasos empresariales. Este programa, que beneficiará a unos dos centenares de personas, se concreta en cuatro puntos: El asesoramiento individual, coaching y acompañamiento, en el que los empresarios en paro (¿?) recibirá una atención personalizadada y se les ayudará a definir su itinerario personal de inserción para que puedan afrontar nuevas iniciativa. Se creará una metodología a estos empresarios para conseguir la máxima concreción y eficiencia de su aplicación, se fomentará el espíritu emprendedor y fomentarán una cultura favorable para superar el estigma del empresario fracasado.
Dice que para rehacer el tejido productivo” hay que contar con las personas que tengan ganas de hacer cosas “y no teman arriesgar ni fracasar”. Por cierto, aunque la noticia habla de Catalunya, diría que el problema, y su causa, es un poco más amplio, ¿no?
En realidad, este no es un tema para mí, que prefiero hacer a estar divagando. Y escribirlo no deja de ser un pataleo, pero igual es que me apetecía un peréntesis a tanto esfuerzo de cortesía y racionalidad.
Ni siquiera creo que aporte nada analizar el programa mientras lo que falla son los conceptos básicos. Me ha recordado algo que decía Andrés hace algún tiempo:
Con frecuencia aparecen estúpidas estadísticas que nos indican que muchas de las empresas y negocios que se crean, acaban desapareciendo en pocos años o meses. Lo que no suelen aparecer son estadísticas en las que indican las veces que ha cambiado de empleo un profesional en esos mismos meses.
Si consideramos que nuestro trabajo es nuestro producto y nosotros actuamos como empresas, la perdida de un empleo es equivalente al “fracaso” de una iniciativa empresarial o emprendedora. En ese caso, ¿Qué es lo seguro? ¿Qué es más arriesgado? ¿Donde está la seguridad de los casi cinco millones de parados? Al menos, el que emprende, intenta hacer lo que quiere. Y a diferencia del empleado (utilizado, usado, manejado), el tiempo corre a favor del que emprende.
¡Que desperdicio de recursos y de energía!
Publicación original: enPalabras