¿Sabio en un mundo de listos?
Al amparo de tanta obviedad argumentada, cuesta deshacer entuertos. Pura lógica que tranquiliza ánimos e impide desperezar conciencias, ansiedad de innovación tan llena de expectativas como de entelequias.
Pero quizá lo que está en juego no es la originalidad, sino la verdad:
Y si todos vamos repitiendo, con mayor o menor convicción, que uno de nuestros retos principales es aprender a aprender (y a desaprender), también es bueno que alguna vez nos preguntemos qué. A lo mejor resulta que deberíamos partir de la asunción de que aprender y vivir son sinónimos. Porque vivir es conocer, hacer, convivir y ser. Por eso quizá sería bueno preguntarnos si nuestros procesos de aprendizaje son capaces de integrar estas cuatro dimensiones de la vida.
Resulta incoherente la forma en que asumimos esta estresante multiplicidad de roles sin cuestionarnos los supuestos en los que se apoyan. Estrechez de miras que a nadie beneficia, ni siquiera a esa minoría que abusa de arcaicos privilegios que nos llevan a donde sabemos pero no queremos ver.
Pero claro, como «proyectamos desde el olvido», quien va a querer ser sabio en un mundo de listos…
En esa aplastante elegancia del poder y el orden establecido pensaba viendo este fragmento de Downton Abbey
Publicación original: enPalabras