¿El suyo o el nuestro?

Aunque he de reconocer que en mis ruteos mañaneros a veces asustan e incluso me «sugieren» elegir otras alternativas, me gustan las gaviotas. En parte por que, junto con el olor del mar, van asociadas a recuerdos de silencio y lecturas que forman parte de mi esencia, pero también porque este odio generalizado en nuestras civilizadas comunidades, me produce alergia.

Sé que las gaviotas crean problemas, ave oportunista que la llaman, pero parece que se nos olvida que la buena marcha de su negocio es proporcional a nuestra (in)civilizada desidia. Además, encuentro tantos parecidos en los comportamientos… A ver:

Son inteligentes, poseen complejos métodos de comunicación y estructura social muy desarrollada. Algunas especies exhiben conductas complejas y la hibridación entre especies es bastante frecuente.

Es decir, poseen muchas de esas cualidades que tanto apreciamos y fomentamos como claves de competitividad: se adaptan a las circunstancias y los espacios, comen de todo y reciclan, ya que hacen sus nidos con nuestros residuos urbanos.

Tal y como yo lo veo, su (carroñero) negocio depende del desarrollo del nuestro. Y las enfermedades y males que nos transmiten también son una consecuencia. ¿No deberíamos ir a las causas?

De todas formas, en esas manadas que acorralan a los barcos sé que no está mi amigo que prefirió la soledad de sus retos y que decía:

¡Si nuestra amistad depende de cosas como el espacio y el tiempo, entonces, cuando por fin superemos el espacio y el tiempo, habremos destruido nuestra propia hermandad! Pero supera el espacio, y nos quedará sólo un Aquí. Supera el tiempo, y nos quedará sólo un Ahora. Y entre el Aquí y el Ahora, ¿no crees que podremos volver a vernos un par de veces?

—–

En el transcurso de los comentarios se fue imponiendo la idea de la libertad y de saltar límites y me apeteció recuperar, prescindiendo del tonillo evangelizador, a mi amigo de la adolescencia. Ver a las gaviotas destrozándose por un pedazo de algo inspira para marcharse.

Compartir

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *