Ya nadie discute la audiovisualización del mundo y su poder de transformación pero, para que aporte algo, ha de existir (o generar) un relato. Y no es el caso de esta vídeo-animación de los datos del paro en España.
De entrada, las cifras sin perspectiva poco dicen, sea cual sea el formato en que se presenten, y si el único objetivo es «amenizar» lo que en su presentación definen como «tragedia», el resultado es de una simpleza que ofende. Sobre todo teniendo en cuenta de dónde viene y cómo lo presentan:
El vídeo que hemos preparado en Actibva ha sido realizado por Vostok; un maravillosos estudio de estrategia y diseño de productos digitales con sede en Madrid y Tokio
Habitualmente nos gusta ir destacando lo ejemplos en positivo pero… en este caso ni el fondo ni la forma. Sobre el objetivo no opinamos porque no lo hemos descubierto. Dada la simplificación del producto, imaginamos que va destinado a un público amplio, es decir, a la ciudadanía, sin poder de decisión sobre las «grandes» cuestiones. Por eso no se entiende muy bien qué aportan explicaciones de este tipo
Por sectores: abogados, administrativos y licenciados en turismo son quienes peor lo tienen porque son muchos más que puestos ofertados
Por el contrario, el mercado demanda: informáticos, ingenieros de teleco, industriales y personal médico. Bueno… y “vendedores”
Queremos trabajar en casa y queremos que sea en un puesto indefinido. Sólo un 18% aceptaría un puesto temporal, pero la realidad es que el 91% de los puestos que se están creando, es temporal
No nos gusta la idea de cambiar de residencia por trabajo. Sólo uno de cada tres parados está dispuesto a hacer la maleta.
Con «simpática» animación, se dibuja la imagen de preferencias de desplazamiento pero un tercio del mapa patrio, el noroccidental, no existe. Eso si, madrileños y catalanes, por encima de su supuesta animadversión, se intercambian como segunda opción de destino preferente.
Por otro lado, parece que sólo 7 personas en España se iría fuera del país, aunque ocupamos el puesto número 48 en el índice mundial de (in)satisfacción. Algo no cuadra con otros titulares que tanto nos ocupan últimamente.
Pero seguro que nos lo hemos tomado demasiado en serio y no hemos sabido ver la gracia de las bucólicas figuras masculinas con boina y todo. A fin de cuentas es un vídeo de los que molan para chillar y compartir en las «redes sociales». Se trata de pasar el rato, no de innovar ni de indagar sobre el futuro aunque se esté desincentivando que se interese y aprenda cosas nuevas.