Cuando decíamos que desde el departamento de ocio de Aspronaga nos pidieron un corto, nos referíamos a Iago Graña, coordinador y alma del Club Finisterre. Porque lo cierto es que esta aventura se inició, como suele ocurrir, en la «ingenuidad» de una conversación con nuestro Iago, el director de Máscaras.
Pero tres años sumergidos en el proyecto hicieron quedar muy lejos aquella conversación inicial y, cuando en enero de este año la vio terminada dijo algo que nos impactó: «A película permite mostrar moito traballo que queda oculto e que resulta imposible de comunicar». Es decir, un éxito compartido.
En la foto lo vemos aplaudiendo, orgulloso y satisfecho, tras la presentación (semi)oficial de Máscaras en el Pase Privado de Lujo. Ese día, se respiraba el entusiasmo y la sorpresa y así nos lo fueron contando muchos de los invitados, pero la suya es una opinión que merecía la distancia del momento, la profundidad de la reflexión.
Estas son las palabras de un profesional profundamente implicado, no sólo en el día a día, sino en todo lo que signifique explorar e impulsar nuevos caminos hacia una sociedad normalizada e implicada.
Iago Graña, coordinador de ocio del Club Finisterre
La película Máscaras para mi labor profesional es un regalo, una herramienta que me ayudará a comunicar y a difundir un mensaje que hace años intento transmitir a todas aquellas personas que se interesan por el ámbito del ocio y la discapacidad intelectual y a alumnos y alumnas que se forman en la rama de los servicios sociocomunitarios.
Mi empeño es presentar a la persona con discapacidad como un ciudadano pleno, sujeto de derechos y de deberes, con grandes potencialidades y que tiene mucho que aportar a su entorno.
Repito una y otra vez que para conseguir la plena ciudadanía las personas con discapacidad necesitan que confiemos en sus posibilidades y les exijamos de acuerdo a sus capacidades. Si les mostramos confianza real y les exigimos que cumplan con sus compromisos y obligaciones nos encontraremos personas muy capaces.
Máscaras es la historia de cómo se desarrolla un proyecto audiovisual que es compartido con personas con diferentes capacidades; una dinámica de trabajo que es aplicable a cualquier otro tipo de proyecto.
La historia que se nos presenta en la pantalla nos permite observar y comprender como evolucionan las dinámicas de grupo a medida que las personas (con sus distintas capacidades) asumen su papel y se comprometen con él. Esta evolución tiene el único fin posible cuando las relaciones son sinceras y respetuosas y cada miembro del grupo asume su rol; un grupo de trabajo coordinado, compensado y eficiente; en el que cada persona encuentra un lugar en el que desarrollar sus capacidades y aportar valor al grupo.
Por fin puedo disponer de un documento audiovisual que apoye las palabras con las que transmito este mensaje a través de anécdotas y experiencias. Y nada mejor que la potencia del CINE para mostrar cómo cada persona puede tener su papel en un proyecto que le resulte interesante.
Quiero transmitir mi agradecimiento a todas las personas que han participado en este proyecto y en otros proyectos que siguen esta metodología.
Entrada original: Proxecto Máscaras