En el mismo día hablaban Gonzalo Martín y Héctor Milla de cuestiones relativas al comercio de contenidos vía internet: el primero analizando la actual oferta de «videoclubs» online, el segundo informando de que ahora Vimeo permitirá ingresar por lo que se sube.
Sumando ambas cuestiones salen resultados curiosos. Hay que tener en cuenta un punto clave: la cabezonería de Vimeo queriendo significarse como una plataforma más o menos seria para creadores puede terminar dándoles la vida. Aun quedan en el aire cuestiones espinosas como si el actual procesado está dando la calidad que debería (personalmente tuve bastantes problemas subiendo mi resumen del viaje veraniego), y, sobre todo, si el carácter global de Vimeo sabrá hacer frente a la diferente percepción que puede haber en el mundo respecto a desnudos, violencia, drogas… Mientras denunciar un contenido sea tan sencillo como pulsar un botón y justificarlo con una etiqueta, el riesgo de que un día te encuentres con tu perfil eliminado seguirá ahí, y no es poca broma.
En cualquier caso, que una plataforma permita generar dinero a partir de lo que subimos es una gran noticia. Dinero que venga de lo que aporten los espectadores, no de lo que pudiera (así, en plan entelequia) llegar algún día por los banners superpuestos. De momento en forma de donación voluntaria (el Tip this video), pero ya anuncian que se podrá imponer directamente un pago para poder acceder al contenido.
Conectándolo con lo que escribía Gonzalo respecto a las plataformas legales existentes, hay que añadir algo importante: muchos creadores no están encontrando manera de distribuir sus trabajos. Por la dinámica (o inercia) del mercado audiovisual, casos como los de Carlos Vermut o Cesar del Alamo no son tan raros. La duda ahora será si el público tiene la suficiente madurez como para responder a una premisa tan básica como que los responsables de una película quieran que paguen por verla.
Publicación original: enimaXes