Puntos escondidos tras los conflictos de intereses
Me llama mucho la atención que en los períodos más críticos, en plena descomposición del sistema, se encubran los verdaderos problemas con «cuestiones recurrentes y universales«: Igualdad, diversidad… ¿Os suena?
Discursos arcaicos que yo tenía archivados entre las historias que contaban madres y abuelas pero empiezo a pensar que es una cuestión de modas, o un síntoma de que estamos en las mismas…
Cuando todo va bien, ciertos discursos se quedan en los salones, pero cuando las dificultades brillan por su presencia todo son reclamaciones y posicionamientos en defensa de… ¡Es que siempre es lo mismo!
Quizás es una herramienta de protección contra la incoherencia. O los puntos escondidos tras los conflictos de intereses. O las modas que siempre vuelven…
No entiendo el sentido de ese tuit que enlazas y menos viniendo de quien viene:»Sin mujeres delante España nunca será competitiva». No es de extrañar la respuesta que le dieron.
Por un lado se me ocurre que ese «delante» en momentos como este me suena a «cabeza de turco». Por otro, aún admitiendo el punto de partida (que no es el caso), ¿Por qué «España» cuando sabemos de sobra que ese tipo de fronteras son más ficticias que nunca?
En el fondo no he podido evitar sonreír, Tamara porque parece que lo que tu generación estaba dando por sabido tiene mucho recorrido pendiente para «normalizar».Y ya sabemos lo mucho que hay que cuestionar en eso de la normalidad. Escucho interesada.
Acabas saturada de tanto ruido en forma de tópicos y llegas a un punto que explotas y te preguntas ¿Dónde me he perdido? Porque no lo entiendo.
Es verdad que la evolución de la «idealización de oportunidades» de la adolescencia a la «introducción en el mercado laboral» es brutal en el sentido que compruebas como en el día a día sólo hay un lavado de cara de los esquemas de siempre. «No es normal».
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