Alta velocidad descafeinada
Apenas han pasado doce horas. Mientras aún no se pueden concretar las cifras de la catástrofe y hay personas sin identificar en estado grave, el accidente ya está en la wiki. No es fácil asimilar estas contradicciones.
La alta velocidad es un concepto que hay que adaptar a la realidad llena de curvas y peculiaridades. ¿Fallo humano? Probablemente, pero a quien conducía le tocaba lidiar con (in)humanas e imprecisas responsabilidades ajenas.
Parece que el sistema de seguridad que ha de asegurar el frenado en caso de seguridad no era el «más moderno» pero el secretario de estado de infraestructura le resta importancia.
La foto da para muchas preguntas, con su afán de modernidad atravesando un barrio abandonado por los planes de urbanismo a pesar de estar a tres kilómetros de la Catedral de Santiago. El vagón saltó la muralla para instalarse en el lugar donde habitualmente mayores y jóvenes comparten conversaciones y juegos. Podría haber sido peor, dicen…
El relato en los medios tradicionales se va llenando de titulares en los que las declaraciones oficiales alternan con la búsqueda de la tragedia personalizada en medio de amasijos de hierros y bolsos abandonados junto a la vía.
Llueve en Santiago, pero hoy la lluvia no es arte. Demasiadas zona cero, exceso de lazos negros…
Los 11 segundos de impacto recogidos por una cámara de seguridad (de RENFE, supongo)
Publicación original: enPalabras
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