European Research Area Committee (ERAC) peer review

Expertos-UE_I+D+I-MinistroEl ministro de “economía y competitividad” ya tiene las conclusiones del informe en el que el grupo de expertos de la Comisión Europea analiza la situación de la I+D+I española.

Según este escueto documento de Conclusiones y recomedaciones, España debe “incrementar los recursos disponibles, si bien este aumento debe ir asociado a reformas estructurales” que, según las expertas opiniones, se refieren a:

  • Definir una nueva carrera investigadora mediante un cambio “radical”
  • Afrontar una reforma institucional
  • Llevar a cabo un seguimiento “eficaz” y una evaluación por objetivos que contemple la calidad y el impacto de las actuaciones
  • Conseguir un mayor nivel de coordinación entre los diferentes actores del sistema
  • Incrementar el número de empresas que invierten en I+D+I
  • Poner en marcha la Agencia para la Investigación
  • Aumentar las sinergias de apoyo del sector privado y de la creación de empresas

Las alarmas (sobre las futuras reformas) apuntan en todas direcciones pero suenan especialmente oscuras las relativas a recursos humanos, creación de consorcios nacionales estratégicos y la Agencia para la investigación. Y como no, la poco clara alusión a un nuevo sistema de indicadores para la distribución de fondos ya que los recursos adicionales que se asignen “deberán ser utilizados exclusivamente para incentivar las reformas”. De nuevo el monstruo del aparato del estado devorándose a sí mismo.

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4 Comments

  1. como parte del sistema que es, resulta esperable, aunque terrible, que también se tenga que pegar con ese lenguaje. No obstante el eufemismo de la ‘reforma estructural’, sí que debo admitir que es de los sectores que más necesita en efecto un buen sopapo. Por poner un ejemplo, la bajada de recursos no se ha traducido en una menor intensidad de la presentación de ayudas, sino en el simple desplazamiento de la institución destino de las mismas, en general a Europa, pero nada parece indicar que los proyectos sean mejores. Y ésta anda innovando (je) en el modo de presentación de propuestas, aunque hay hasta dudas de que sepa evaluarlas bajo los nuevos criterios recién implantados. Al instrumento PYME, una nueva convocatoria europea para ayudar a PYMEs investigadoras, España e Italia han presentado el doble de proyectos que Alemania o Francia. Ya veremos los resultados de porcentaje de empresas apoyadas.

    (tarde, pero me voy poniendo al día, 😉

    1. Creo que este es un ámbito que los dos conocemos bien, los años que he pasado realizando esa doble traducción entre el lenguaje institucional (el de las convocatorias) y el de las empresas, me han dado cierta destreza para interpretar puntos comunes y desfases. Incluso me atrevería a decir que conseguí desarrollar cierta astucia para hacer que cuadren.

      Aclaro que las convocatorias de I+D (incluyan o no la “i” pequeña) no son el sistema adecuado para que se desarrolle la investigación, aunque creo que ya conoces mi postura porque hemos conversado largamente sobre estos temas. A nivel de mi trabajo, tan sólo admito las convocatorias de ayudas cuando se trata de un cliente con el que ya estoy trabajando como consultora en su estrategia y tienen proyectos reales, exista o no una ayuda oficial. El planteamiento es que si la subvención implica que el proyecto tenga el alcance necesario en lugar de quedar a medias por temas presupuestarios, entonces la ponemos en marcha. Pero tú y yo sabemos que hay muchos ejemplos de inventar actuaciones que ni siquiera se realizan.

      Uno de mis clientes, que suele tener planteamientos muy radicales, siempre decía que en las solicitudes debería tener que constar el interés de algún cliente (con nombre y apellidos) por el desarrollo de esa investigación aplicada/innovación, llegara o no al buen término en esa fase. En lugar de eso se adjuntan planes tan teóricos como utópicos, por decirlo con suavidad, que no benefician ni a la propia empresa en caso de que se le concedan, puesto que se estancan en la rutina subvencionada.

      Pero yendo al tema del planteamiento de la comisión de expertos, ¿de verdad no te hace temblar eso de “los recursos adicionales que se asignen “deberán ser utilizados exclusivamente para incentivar las reformas”? ¿Has visto lo que quieren hacer con el personal? Si ya estaba excesivamente burocratizado y alejado de la realidad empresarial, ¿qué crees que puede pasar con lo que se les avecina?
      Por otra parte, habría que definir, acotar y contextualizar. Una investigación/innovación puede ser nueva para una empresa pero ya existir otras versiones y sustitutos. Hablaríamos entonces de una cuestión de adquisición de know how y/o patentes. Si la investigación que se plantea no avanza sobre lo existente entonces estamos subvencionando el interés particular, no el avance en la investigación propiamente dicho, ¿es eso ya no digo legítimo sino, al menos estratégico y por tanto deseable?

      Y está lo de siempre, ¿están preparados los evaluadores para temas en los que no son expertos y para realidades que le son tan ajenas? Ya, por eso se externaliza a “expertos” que, a poco que se escarbe, juegan en campos propios y con intereses específicos.

      Uf, sorry! Es que estos temas me encienden. Pero muchas gracias Goio por hacerme ver que sigo siendo combativa incluso en temas que, de tan vistos, me aburren soberanamente 😉

  2. Estoy teniendo últimamente una buena experiencia con una institución que da ayudas para investigación en diferentes grados. Se trata de un organismo del Gobierno Vasco dedicado a la gestión medioambiental, así en general, donde hay técnicos bien formados encargados de la supervisión -en principio en todos los niveles- de los proyectos, pero cuya visión es participar en los proyectos, también con propuestas de interés, y una cierta visión de objetivos de país, lo cual es lógico (otra cosa es que te gustaran otros objetivos como ciudadano, claro). Hay varios factores, igual extensos de explicar, para que esto suceda en un organismo particular (ayuda la especificidad del sector, y ayuda el potente tractor legal del mismo), pero siempre he querido encontrarme con algo así en los sistemas de I+D. Una parte de esa reforma igual pasa por mejorar los mecanismos de control técnico, por acabar con el fraude de investigación, por un mayor comprensión de los plazos empresariales, por un impulso claro de cada proyecto adoptado con claro interés de la administración, y por, con todo ello, un aprovechamiento mejor de los recursos. ¿Un personal más implicado y más preparado podría hacerlo? ¿Mejor menos proyectos pero con más personal empujando e implicación del pagador? También puede tener perversiones, sin duda, igual sería imposible en grandísimos organismos, pueden aparecer los intereses de ese equipo de técnicos y la discusión vuelve a ser la del tamaño institucional. Pero claro, sin cercanía (geográfica, intelectual, tecnológica) a los proyectos, ¿cómo hacerlo?

    1. ¿Ves? Hemos iniciado nuestro pequeño mural de razonamiento, mucho más interesante que las dichosas tormentas de ideas que no profundizan. Hay que poner todos los argumentos (positivos y negativos, posibles e improbables, etc.) y ejemplos concretos, aquí no vale tratar de buscar casuísticas generalizadas.

      Al final Goio, toda la palabrería argumental no hace sino encubrir las preguntas fundamentales y buscarlas es el verdadero objetivo. Pero claro, el transito de toda esa incertidumbre no es algo que guste. Es como lo de los planes de empresa, todo se resume a una cuestión muy simple: ingresos menos gastos.

      Lo que me alegra mucho es que estés viviendo una buena experiencia con ese organismo. Lo anoto para que me lo cuentes en detalle y con ejemplos concretos. Ya me conoces…

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