Las acciones realizadas por los gobiernos municipales conciernen a hombres y mujeres pero les afectan de forma bien deferente, como ocurre especialmente con las decisiones que impactan sobre sus condiciones socio-económicas: vivienda, seguridad, transporte, salud, educación, etc. Y el problema se agrava por la falta de representación de las mujeres en todos los niveles institucionales, públicos y privados.
Mejorar la calidad de vida de las ciudadanas se ha convertido en una preocupación internacional. En 1994, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) reunió por primera vez a las delegaciones de 27 países para hablar sobre el tema Las mujeres y la ciudad: vivienda, servicios y medio ambiente urbano. Esta conferencia permitió compartir experiencias y prácticas y comparar las políticas nacionales destinadas a favorecer la contribución de las mujeres en el desarrollo de las ciudades.
La Cumbre de las ciudades (Hábitat II), organizada por la ONU en Estambul en junio de 1996, marcó un momento decisivo al abrir un amplio espacio para el análisis de los temas relacionados con las mujeres. Sirviendo como una continuación de la Conferencia mundial sobre las mujeres (Pekín 1995), la Cumbre logra una serie de compromisos que adquieren los estados miembros y que se inscriben en el cuadro del Programa para el hábitat.
Al margen de esta Cumbre, tuvo lugar la primera Asamblea Mundial de Ciudades y Autoridades Locales, que logró agrupar a más de 500 alcaldes. La declaración final de esta asamblea invitaba a los miembros de las asociaciones de las ciudades a utilizar el Programa para el hábitat en su medio a nivel local y los que firmaron la declaración se comprometieron a “promover y asegurar una repartición equitativa del poder y de la autoridad”.
Desde de la “Cumbre de ciudades de Estambul” (Hábitat II) han proliferado por todo el mundo las iniciativas en el ámbito municipal pero queda (casi) todo por recorrer. Sin embargo, este grado de consciencia sobre “lo que no está bien” es en sí mismo un indicador positivo ya que el primer paso para afrontar un problema es re-conocerlo.
Cuando desde el Concello de A Coruña nos invitaron a presentar propuesta de asistencia técnica para las acciones previas al II Plan de Igualdad nos sorprendió, dado que lo habitual es maquillar el Plan previo o condensar en el siguiente las acciones no realizadas.
É intención da Área de Igualdade e Participación Cidadá do Goberno Municipal Coruñés iniciar o desenvolvemento do Plan de Igualdade da Coruña. Este Plan contemplará a orientación sobre o conxunto de obxectivos estratéxicos para toda a lexislatura e de medidas concretas no curto prazo. O Concello da Coruña contou entre o anos 2002 e 2004 cun PIOM e, nesta altura marcámonos como prioridade a elaboración dun novo, como soporte e marco de actuación das políticas de igualdade municipais. A propia creación dentro do goberno local dunha Área de Igualdade dá idea da aposta política realizada e, da importancia e peso que estas políticas van a ter no conxunto da acción executiva. Precisamente, en coherencia con este plantexamento coa importancia que lle dá o goberno municipal ás políticas de igualdade é polo que, desde esta responsabilidade política, consideramos urxente e prioritario elaborar unha proposta-proxecto que recolla todos os datos estatísticos, de recursos propios e alleos de todo tipo e, as orientacións e propostas para desenvolver neste período lexislativo.
Publicación original: enIgualdade