La selección de Eduardo

La mayor parte los había leído en pantalla pero así, en modo analógico, todo parece revestirse de una ternura diferente.

Quizá ese inconformismo rebelde con una aureola de desconcertante nostalgia en alguien que nació casi con la constitución, se deban al proceso de aceleración que Internet introdujo en nuestras vidas en la última década. Sólo han pasado seis años (cumplidos el 11 de noviembre) desde que Eduardo puso en marcha vlog.es, el primer videoblog en España… ¡y parece una eternidad!

Y de su selección, la mía. Esas frases que se superan a sí mismas y cobran vida propia.

Y mira que me ha jodido tener que escribir esto, pero es que lo pienso

Disculpad el más que irreverente todo del artículo de hoy, hablar de una generación que no es la mía desde fuera me causa un sentimiento irónico que a veces me hace saltar las uñas, pero para dentro y me astillo

Porque no es lo mismo un Mercedes Benz que un Mercedes Benz, ¿verdad? Yo creo que no es lo mismo.

¿Por qué a veces entre todos construimos verdades falsas?

Todos pretendían enseñar desde su propia luz a los demás

Aquí se cumplen todos los ingredientes de un sin sentido que acabó mal, ¿pero como podía acabar el sin sentido? De ninguna otra manera.

No quiero un periódico para reafirmar lo que pienso, quiero un periódico que me haga reflexionar, que me estimule mental e intelectualmente, que me haga sentir lo que leo… no quiero solo datos, quiero datos en un marco, quiero análisis y lo quiero todo.

Viendo pasar las palabras, viendo pasar la libertad

Se perderán muy buenas ideas que nunca llegarán a ser conocidas por haber tenido la mala fortuna de haber sido ideadas en una cabeza sin capacidad de expandir dicho concepto.

Por su día a día pasa el Apartheid, la Ilustración, el presidente de Ucrania, el Cola Cao, Irlanda, el Halcón Maltés, la natalidad, el periodismo o las distintas velocidades percibidas en un tren a 300 k./h. en el que la gente va absolutamente quieta. Pero está tranquilo, ya sabe que no es un adicto a Internet.

Casi como una tarde de conversación. Solo faltaba el café.

Publicación original: enPalabras

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