Extracto del artículo de José Luis Ibáñez: Comprender el pasado históricamente: la Historia según Oakeshott.

un pasado del que se guarda registro “no es en sí mismo un pasado histórico”; sólo es “un presente de otras épocas”

En «Sobre la Historia y otros ensayos», Michael Joseph Oakeshott hace un especial hincapié en distinguir el pasado histórico del pasado práctico (también llamado útil o didáctico). “El pasado es una concepción del presente en términos de un cambio que éste registra o conserva”. Como el futuro, el pasado “sólo surge de una lectura del presente”. El pasado histórico “es una modalidad distinguible del pasado”.

Uno. Cada uno de nosotros se relaciona con el pasado que el presente encapsula”, un pasado compuesto “por todo lo que nos ha ocurrido, por todo lo que hemos sufrido, rechazado, imaginado, pensado, creído (y dejado de creer), y por todo lo que hemos llegado a conocer”. “El pasado nos persigue”, es un “pasado encapsulado”, gran parte del cual es imposible de recordar, pero su importancia no radica en la posibilidad de recordarlo.

Dos. Existe un “pasado recordado”, de manera que “el presente y un pasado recordado se encuentran inextricablemente unidos” por medio de la memoria.

Y tres. Existe “un pasado consultado o rememorado”, al cual no accedemos investigando, sino rememorando. La rememoración consiste en “unir un presente desconcertante o espinoso con un pasado conocido y sencillo para componer un presente práctico más fácil de entender y abordar”.

Nuestro presente práctico “contiene un depósito en constante crecimiento de los supuestos fragmentos de un pasado que han sobrevivido como algo que nunca ha perecido”. La virtud de esos fragmentos no es que sean ciertos, reales, sino que su virtud es “su utilidad y su familiaridad”. Son parte constitutiva de un presente, de un presente práctico. En su mayor parte, la relación entre nosotros y este pasado práctico es conceptual. Se trata de un pasado vivo que enseña con el ejemplo (como dijo Lord Bolingbroke) y es un pasado “con un movimiento progresivo al que pertenece nuestra propia época”, se le evoca en la nostalgia y, a diferencia del pasado encapsulado, “podemos huir de él cuando nos resulte embarazoso”. Este pasado práctico no es un pasado histórico.

El presente práctico, que se relaciona con fragmentos sobrevivientes del pasado valorados por su capacidad para los fines prácticos, es el del mundo real, el del “presente primordial e ineludible”.


Publicaición original: dMudanza

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