Pobre Teddy!
Al super de la SGAE no le parece buena idea la moción aprobada el miércoles por el Senado en la que se instaba al Gobierno a eximir a las Administraciones públicas del pago del canon digital.
Pide que «todos los que hayan invertido su esfuerzo, inteligencia y dinero en crear tengan una compensación». Siguiendo esa lógica, es normal que patalee defendiendo su propia inversión de esfuerzo (en lo de la inteligencia y el dinero no me voy a meter) para mantener las actuales compensaciones del selecto club que preside.
La vida es pura ironía. Lo que al debate teórico le cuesta escalar se lo lleva por delante la sinrazón de tener que hacer más agujeros en el cinturón. Y es que como dice también: «uno no sabe en qué consiste el ánimo de lucro». ¿A que va a ser ese su caso?
Porque ya se sabe que, teniendo en cuenta lo imperfecto de la sociedad, “Los derechos de autor son un mal necesario”, como decía recientemente una experta en Economía de las Industrias Creativas traída de Holanda. Claro que igual tiene alguna relación con que lo afirmara en un seminario sobre propiedad intelectual organizado por Ibercrea (plataforma que agrupa a SGAE, Cedro, AIE y Agedi).
Esto de los derechos es confuso, como si los derechos sobre tu propia obra fueran lo mismo que el rendimiento económico. O como si con el «derecho a estudiar» viniera ya en el lote el aprobado.
Pero lo cierto es que Eduardo está preocupado por la dificultad de legislar un espacio que «ha estado mucho tiempo en el salvaje oeste». Este asunto de los derechos no le va tan derecho como creía. Ya no es que se le tuerza, es que le «pendulea» de izquierda a derecha. O viceversa.
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