Pero también…
El buen aprendiz se conforma con una respuesta satisfactoria; el gran aprendiz percibe la inquietud, se estimula con la intranquilidad y acepta el reto de pensar.
La inquietud compartida genera conocimiento. El mejor maestro es el que sigue teniendo vocación de aprendiz, porque la vida es aprendizaje.
Por suerte, conozco unas cuantas personas así pero estos días me acuerdo especialmente de la fontanera digital
Fotografía vía José A. Latorre
Publicación original: enPalabras