un espacio al que ir
La cafetería será el corazón del próximo Google Campus en Madrid. Pero no porque esté situada en el centro sino que será el acceso al edificio y contará con una infraestructura de lujo para las ideas: Wi-Fi, enchufes y mesas de trabajo. Además de otros emprendedores e inversores.
¿Un club privado? Por lo visto no, con sólo registrarte en su Web se puede estar allí de 9 a 19 horas. Suena bien.
un espacio al que ir, en el que tener la posibilidad de aprender, de conectar y de trabajar (…) en lugar de invertir en start-ups, Google invierte en ecosistemas, en conectar a diferentes actores, en ayudar a los que lo están intentando emprender a través de un espacio físico, y a través también de programas de educación.
Por supuesto habrá también un espacio de eventos, charlas y presentaciones y otras dos plantas para residentes con espacio de coworking y aceleradora.
Es decir, ahora que todo tiende a bits y la transformación digital remueve nuestros cimientos, el espacio físico sigue siendo importante para generar contextos y ecosistemas. Porque, como decía Juan Freire mientras conversábamos: «En cualquier sitio puede surgir un nodo de actividad pero… nos pueden desconectar muy fácilmente si no arrancamos o nos falta ambición. Marchar es muy fácil cuando se sabe “dónde está lo interesante”.
Decía Steven Johnson que mucho de lo que hemos avanzado se lo debemos a la invención de los cafés, que hicieron que fuera importante la arquitectura del espacio. Es decir, el lugar en el que las personas de distintas procedencia y distintos campos de experiencia se reunían para compartir. Y parece que el mayor agente instigador de lo virtual no tiene mayor problema en echar pie a tierra para buscar y fomentar talento.
Los nuevos modelos son como la humildad de la reflexión, un proceso de ida y vuelta.
Publicacion original: enPalabras