Europa alerta sobre la falta de capacidad de cofinanciación en España que pone en peligro la asignación de fondos de cohesión que nos tocan en el reparto. El titular sonó en la radio esta mañana pero de momento ni rastro de la noticia. Pero esto es lo habitual, se lanza una pequeña ráfaga y lo siguiente es una “nueva medida de austeridad”.
Después de analizar los resultados de un “informe estratégico” sobre la aplicación de estas partidas comunitarias para 2007-2013, la Comisión Europea dice estar satisfecha por el impacto positivo de la política de cohesión en los Estados miembros a la hora de sortear los peores efectos de la crisis y producir crecimiento, aunque reconoció que debe mejorarse de cara a próximos años.
Considerando los indicadores actuales y, sobre todo, la amenazante espiral de empeoramiento, no queda más remedio que plantear cuestiones básicas:
- Cuales son los criterios de análisis para evaluar resultados
- Cuáles eran los objetivos a conseguir con los fondos de cohesión
- Estaban bien definidos (fueran o no los correctos)
- Qué factores, cuantitativos y cualitativos, se usan para la validación de cumplimientos
Pues todo se reduce a lo de siempre, el dato infrautilizado, mal utilizado, manipulado y, probablemente, equivocado desde el origen, simples cifras sobre el papel:
- España ha adoptado proyectos por valor de 34.650 millones de euros para el periodo 2007-2013, de los que ya han sido asignados 23.316 millones, un 67,3% del total, una cifra inferior a la media europea, situada ligeramente por encima del 70 %, según la CE.
- De acuerdo con los datos del análisis, los fondos europeos han ayudado a 2,4 millones de europeos a encontrar empleo, al tiempo que sirvió para crear 400.000 nuevos puestos de trabajo (190.000 desde 2010), siendo España uno de los países más beneficiados, junto con el Reino Unido, Italia, Alemania, Polonia y Hungría.
Teniendo en cuenta las cifras de paro actuales, por ejemplo, y que lo que se está jugando ahora es el nuevo presupuesto 2014-2020, lo realmente sorprendente es la conclusión:
En su informe del mes de enero a la Comisión, España indicó que el Fondo Social Europeo (FSE) ha sido una herramienta clave a la hora de contener el desempleo, especialmente entre los jóvenes, el fortalecimiento del mercado laboral y el sistema educativo.
Por otro lado, hace tres días el FMI empeoraba sus perspectivas sobre Espala y exigía más ajustes, pero ayer pedía a nuestro gobierno que rebaje el ritmo de ajuste fiscal por el elevado paro. Está claro que tenemos un grave problema de sesgo de intención y definición de misiones, objetivos, incentivos e indicadores.
Parece que el Consejo Europeo ya pactado el nuevo presupuesto en el que España será receptora neta de los fondos. No es una buena noticia, no. Aunque hay quien dice que gracias a la ayuda europea somos un país más próspero y moderno, el comisario europeo de Desarrollo Regional, Johannes Hahn, advierte que España debe dedicar los fondos de cohesión que recibe de la Unión Europea más a la «economía real» y menos a grandes proyectos de infraestructuras, además de buscar una especialización económica regional para mejorar su competitividad. Sus palabras son contundentes
«Y eso es exactamente lo que vamos a negociar e identificar con las regiones de España», señaló Hahn, al recordar que hasta ahora no era obligatorio hacer este análisis para recibir fondos de cohesión de desarrollo regional.
La estrategia se centra en el fortalecimiento de las pymes, la inversiones en innovación, en energías renovables y en eficiencia energética, así que el comisario insiste en que hay que evitar que España vuelva a la tradición de invertir los fondos comunitarios sobre todo en grandes proyectos de infraestructuras.
España debe invertir ese dinero -en el período 2007-2013 recibió unos 35.000 millones de euros- más en innovaciones y en el fortalecimiento de las pymes, ya que éstas son «la columna vertebral de la economía».
«España debe cambiar de las inversiones en infraestructuras hacia las pymes, la economía real, acompañadas por actividades de formación y nuevas instalaciones educativas», recalcó.
Vaya, que nos van a poner la escayola para que caminemos recto, o para que los ladrillos y el cemento nos lleven a alguna parte. Eso si es que conseguimos el dinero para cofinanciar esos proyectos que hasta ahora parece que no quisimos supimos diseñar.
